Y después del camino...

Llegamos a Montilla un martes por la mañana, bien tempranito.

Carmeli ya estaba pensando en organizarse el día para irse a andar. Es admirable, no le dolía nada y estaba deseando continuar con su ritmo de vida.

Yo por mi parte apenas podía andar y decidí ir lo antes posible al médico de cabecera para que me mandara al traumatólogo.
Éste último, me ha renovado las plantillas ortopédicas (para corregir la postura al pisar) y me ha comentado que tengo la rótula desplazada.
Por lo visto al tener débil la musculatura, no ha podido agarrar bien la rótula y se me ha desplazado hacia fuera debido al sobreesfuerzo del camino. Me ha mandado ejercicios de fortalecimiento de cuádriceps y estiramientos.
Estoy muy entusiasmada haciendo los ejercicios (de vez en cuando se me cae alguna lágrima debido al dolor al mover la rodilla) porque tengo muchas ganas de curarme y fortalecerme para poder hacer otro camino el año que viene.

Ahora a limpiar y guardar todo el material porque... ¡el camino no ha acabado aún!

CRÓNICA DEL CAMINO. Día 15. ¡¡¡¡SANTIAGO!!!!!


Oh... esto ya va llegando a su fin y me da mucha pena...

Durante la tarde de ayer y la mañana de hoy hemos estado haciendo turismo. Ayer por la tarde dejamos las mochilas en "Casa Felisa", (un hostal muy bonito que está cerca de la catedral y que nos costó mucho encontrar porque nadie conocía la calle donde estaba. Pero preguntando se llega a Roma... o a Santiago) y fuimos a pedir la Compostelana. No había mucha gente ni muchas colas. Mejor.

No entramos en la catedral porque había demasiada gente haciendo cola y estábamos cansadas, pensamos en hacerlo hoy por la mañana, pero sí hemos entrado a abrazar el santo que se entraba por la puerta santa y la cola era pequeñita. Después nos hemos dado un paseo turístico en un tren que enseña Santiago al completo. (5 euros, no está nada mal).

Compramos regalos para todo el mundo y yo me compré una camiseta que me he puesto hoy para el viaje de vuelta porque las mías huelen a todo ya (entre gel- humedad- sudor- calor...)

Hoy por la mañana Carmeli ha entrado a misa y yo me he quedado fuera en las escaleras sentada junto a las mochilas. En un momento me he levantado a preguntarle a un policía dónde sigue el camino para Fisterra (de cara a próximos años) y cuando he vuelto la cabeza a las mochilas... ¡¡Había varios policías nacionales y perros oliendo las mochilas!
Y ya he dicho que son mías y me he vuelto a sentar a su lado para no crear más molestias. ¡Madre mía, qué control policial!
Mientras esperaba se ha sentado a mi lado una mujer muy mayor, de Finlandia, concretamente de Laponia. No hablaba español ni yo inglés pero me ha estado enseñando fotos de su país y de la nieve y de las zonas verdes. Decía que venía desde Francia andando sola. Hemos pasado un buen y agradable rato intentando entendernos. Me gusta mucho hacer amigos forasteros y aprender idiomas.
Y para terminar, un CONSEJO de los míos.
Aquí en Galicia ponen tapa con la bebida. Pero... no si vas a cenar. Nos sentamos en un bar, pedimos 2 refrescos y la carta de comidas. Nos traen los refrescos y NO la tapa, y vemos que se la ponen a una pareja al lado nuestra.
Llamamos a la camarera "perdone, ¿con la bebida ponen tapa?" Y su respuesta fue "no a la hora de cenar". Bueno... será ahora la hora de cenar. Pero a la media hora se sienta un matrimonio y le ponen tapa gratis otra vez.
"Perdone, camarera, ¿cuándo es la hora de cenar? Porque ese matrimonio se ha sentado después que nosotras" Y la chica: "Yo no lleno la bandeja, yo traigo lo que me ponen".
Total, nos quedamos sin tapa.
Conclusión: No hay "hora de cenar". Hay que sentarse en el bar, pedir la bebida y NO PEDIR CARTA DE COMIDAS. Si preguntan si van a cenar, contestar NO. Así ponen tapa gratis. Después de comerla, pedir la carta de comidas y cenar.
¡¡¡Vaya cosa rara!!!! Pues yo tengo sangre "granaina" y en Granada ponen tapa cenes o no cenes.
Después de hacer turismo, justo al mediodía cogimos un autobús dirección Madrid. Allí otro dirección Córdoba, y otro para Montilla.
Habíamos reservado el autobús Santiago- Madrid por teléfono unos días antes pero no hace falta. Hay autobuses de sobra y no hubiese hecho falta reservar. Lo digo por si alguien lee esto, que no se preocupe por la vuelta.
Y colorín colorado... el viaje a Santiago ha terminado.

CRÓNICA DEL CAMINO. Día 14. Etapa 12 y 13. Arzúa- Santiago.

Hay veces en que uno no puede decidir qué hacer porque hay causas o fuerzas mayores que obligan a actuar de una manera o a cambiar los planes. Con todo el dolor de mi corazón, yo he tenido que tomar una decisión que no es la que quería realmente.

Y... bueno... quién no lo entienda no tiene más que venir aquí y ponerse en mi lugar.

Quedan 2 etapas: Arzúa- Monte do gozo, y otro día hasta Santiago, pero mi rodilla ya no puede más. No es que duela mucho, porque ya el dolor ni me molesta (me he acostumbrado a él) pero necesita descanso y reposo ya. Si no, me la voy a lesionar de por vida.

Son muchos días, muchos kilómetros, y en nuestro corazón ya hemos hecho el camino, así que nos perdone quién nos tenga que perdonar... pero vamos a coger un autobús que nos acerque 20 km, y haremos los otros 15 km andando hasta llegar a Santiago.

No me siento orgullosa de ello, pero este año ya ha pasado así, y tengo toda la vida por delante para repetir, volver, y hacer el camino entero de nuevo.

Justo enfrente del albergue (unos metros hacia adelante) hay una parada de autobús que nos llevará hasta "Lavacolla" o "Labacolla" (lo he visto escrito de dos maneras diferentes y no sé cual es en Castellano y cual en Gallego). Y de allí ya iniciaremos nuestro camino.

Nos paramos a desayunar en un albergue privado en medio del camino después de pasar Lavacolla y allí la chica nos dejó la guía telefónica donde hemos buscado hostales en Santiago. No queríamos llegar a la aventura porque pensamos que si estaba todo completo no tendríamos donde pasar la noche.

Después nos dimos cuenta de que la preocupación no era tal, porque en Santiago vas andando y te van ofreciendo camas para dormir (no sabemos en qué condiciones, cada cual que haga lo que quiera) pero por si acaso queríamos tener una reserva hecha.

Conforme íbamos caminando y viendo lo cerquita que estábamos del Monte do Gozo la emoción nos iba inundando. Estaba tan emocionada que notaba que andaba más rápido pese a mi lesión. ¡¡Y por fin... MONTE DO GOZO!!! Echamos a correr y subimos emocionadas, nos echamos fotos, sellamos el carnet super felices... no hay palabras para describir aquella situación.


Carmeli empezó a llorar cuando divisamos Santiago a lo lejos de la misma emoción (ella pensaba que no llegaríamos por mi culpa) y continuamos nuestro camino animadas, emocionadas, felices...
Allí nos encontramos con peregrinos compañeros de anteriores etapas a los que dejamos atrás, pero por haber adelantado 20 km en autobús y hacer 2 etapas en 1 los volvimos a coger. Con lo cual más emociones y alegrías.

Y luego pasó lo que pasó: que la catedral no llegaba.
Es que en las guías pone "de Monte do Gozo a Santiago hay 5 km". Pero claro... hasta la entrada de Santiago. Llegamos a Santiago y comenzamos a andar por las calles. Y a andar, y a andar, y a andar... ¿y dónde está la catedral?
Preguntamos a varias personas y todas decían "Uf... aún queda mucho". Y no se equivocaban. Está lejos con ganas y más todavía. Se nos hizo eterno.

Pero por fin llegamos y nuestro camino está llegando a su fin.

CRÓNICA DEL CAMINO. Día 13. Etapa 11, Palas de Rei- Arzúa

28 km. Lo conseguí. Creí que no lo haría pero lo conseguí.


Nunca pensé en poder llegar, tal y como tengo la rodilla, de hecho estaba convencida de que cogería un taxi a mitad de la etapa. Sin embargo, lo tomamos con tranquilidad, pasito a pasito, parándonos mucho a desayunar, almorzar, a descansar...


Este camino ya es diferente. Estamos llegando a Santiago y el paisaje de montaña ha dado paso a más campos de cultivo, parcelas e incluso zonas de industria. El camino es más transitable, subidas y bajadas apenas sin desnivel...


Pero las hay, claro. Anoche una chica dijo a Carmeli "mañana el camino es llano". Y yo pensé "¡si en Galicia no hay llanuras!"


Efectivamente, yo no sé a qué llaman "llanura" estas personas, pero llano llano... lo que se dice llano... no es... y más con una lesión que notas más los cambios de nivel.


Pero en general es una etapa muy facilita.

Ya hay mucha gente por aquí. Y además el ambiente es diferente. Algunos pasan por nuestro lado y no nos saludan, otros van con los auriculares puestos cual metro de Madrid... en fin... un trato más "frío".

Pero Carmeli y yo seguimos con nuestra consigna de desear "buen camino" o "buenos días" a todo aquel con quien nos cruzáramos, fuese peregrino o paseante, lugareño o forastero, sentado en la puerta de su casa o regando su huerta. Y pocos saludos nos devolvían. Pero ese es otro tema que deberá ser discutido en otra ocasión...

Unos 6 km antes de llegar a Arzúa hay un pequeño pueblo. Del camino en el campo llegas a él, cruzas la carretera y lo primero que te encuentras es una pequeña iglesia donde una señora muy atenta y amable te sella el carnet. El camino continúa hacia la derecha por una calle. Pues bien: Justo en la esquina izquierda, hay un bar que se llama "el correo del Gallego". NO PAREN ALLÍ. Cuando pasamos por allí, nos encontramos con la LAMENTABLE situación (y vergonzosa de paso) de que el dueño (un señor con muchas barbas) estaba discutiendo con una familia inglesa (que tenían la cara descompuesta entre asombro y susto) y les quitó los bastones de andar...

Al poco tiempo nos enteramos de que esta familia había entrado a hacer uso del baño (aguas menores) porque no querían hacerlo en el campo y no había baño en ningún otro sitio, y el señor del bar QUISO COBRARLE 1 EURO por usar el baño. En su derecho está, es su bar... pero... ¿y qué hay del espíritu del camino? ¿No se habrá convertido esto en un negocio? Pobre familia, con ese hombre gritándoles en medio de la calle, "robándoles" los bastones a modo de "pago" por usar un baño. ¡Por favor! Personalmente sentí vergüenza del comportamiento de este señor. El camino de Santiago, ya cerca de Santiago se ha convertido en un negocio puro y duro, y eso nos ha decepcionado mucho.

Cambiando de tema... unos 3 km antes de llegar a Arzúa, coincidiendo casi con la hora de comer, íbamos andando tranquilamente, entre medio cansadas y con hambre, por unos caminos con maleza, cuando la maleza da paso a un restaurante a la derecha. Las mesas y sillas rojas y las sombrillas están puestas en una explanada de tierra. No me acuerdo del nombre pero es como un "milagro" en medio de la nada que invita a sentarse y a descansar, y ya de paso teniendo en cuenta que yo tenía que descansar mucho, pensamos en pararnos allí a comer.

¡Qué comida más buena! ¡Qué tortilla de patatas casera! ¡Qué espaguettis cocinados como los que yo hago! ¡Qué lastima no acordarme del nombre! La señora tiene más mano para la cocina que mi madre, y qué bien comer algo en condiciones después de tanto tiempo. Nos fuímos de allí con una sonrisa de oreja a oreja.

Ya en Arzúa dormimos en un albergue privado porque los públicos se llenan antes del mediodía y no nos apetecía dormir en el suelo después de tantos días y tan cansadas como estábamos. En el albergue hay 2 tipos de personas: los peregrinos y los turistas. Porque hay gente como nosotras que llevamos mucho tiempo andando y queremos descansar y pedimos silencio y tranquilidad. Y hay personas que llevan 1 día sólo, o bien que han ido allí a hacer el camino "porque sale en la tele" y no tienen ningún respeto por nada. Toda la tarde riendo y gritando (con lo cual no pudimos dormir la siesta ni descansar) y a la 1 de la madrugada seguían de risas y gritos con la luz apagada. Yo me pongo los tapones de los oídos y me duermo... pero allí había mucha gente sin tapones y lo han pasado mal por culpa de este grupo de indeseables.

¿Veis por qué esta parte del camino es diferente?

CRÓNICA DEL CAMINO. Día 12. Etapa 10. Lugo... ¿Palas de Rei?

Hoy es el día de la indecisión.
¿Dónde voy? ¿Qué camino cojo? ¿Cuántos días más estoy dispuesto a andar?
Hay varias opciones y anoche nos reunimos todos para hablar sobre ellas y cada cual eligiera la más adecuada.

Opción 1: Lugo- San Román da Retorta- Palas de Rei- camino francés (39 km hasta Palas de Rei, que se pueden hacer en 2 días si el cuerpo no aguanta tantos kilómetros).

Opción 2: Lugo- San Román da Retorta- Melide - camino francés (50 km hasta Melide, 2 días seguro, aunque algunos peregrinos decidieron hacerlo en 1 sólo día).

Opción 3: Lugo- Friol (26 km)- Sobrado (26 km)- Arzúa. (Pero éste también serían varios días más, además, en Friol habría que dormir en hostal y estaba todo completo ya, y en Sobrado en un monasterio franciscano).

Elijas la opción que elijas, a partir de aqui los albergues están llenos, así que hay que reservar albergues privados si quieremos dormir en camita, o reservar hostales. Si no, pues al suelo de los polideportivos.
En el albergue de ayer en Lugo, Antonio el hospitalero nos facilitó teléfonos de hostales y albergues y reservamos camita para hoy en un albergue privado (10 euros).

Nosotras optamos por la opción 1. Es decir, 20 km hasta San Roman da Retorta y otros tantos hasta Palas de Rei del tirón.
Sinceramente, yo lo hubiese hecho en 2 días. Sí es cierto que el albergue de San Román es pequeño, que a la hora que llegamos ya estaba lleno y hubiésemos tenido que dormir en el suelo de un colegio abandonado que habilitan para ello, pero hubiese sido mejor que hacerlo todo seguido tal y como yo tenía mi rodilla.
Llegamos a San Román sobre las 12 del mediodía, allí hay un bar donde HAY QUE PROVEERSE DE COMIDA porque el resto del camino hasta Palas de Rei no hay nada.
Aqui ya NO HAY QUE SEGUIR LAS VIEIRAS porque evidentemente ellas nos llevarían hasta Melide, así que es todo carretera, carretera, carretera. Ni bares, ni pueblos, ni casi personas a quien preguntar.
Por lo tanto, un bocadillito y un aquarius, más agua no debería faltar en la mochila.

Ya en Palas de Rei, pasando dirección al camino francés (aquí ya sí hay que seguir las vieiras), unos 2 ó 3 km después, está nuestro albergue. El albergue "Abrigadoiro", en pleno camino, donde te puedes sentar en el porche al fresquito y ver pasar peregrinos y desearle buen camino.
Limpito, bonito, acogedor, y con unos hospitaleros que dejan su vida en Barcelona todos los años durante la temporada alta del camino para atender a los peregrinos.
Por la noche cenamos todos juntos en armonía, el menú que hacen todos los días: sopa de fideos, carne, ensalada y postre. Eso es a diario, lo que sobra lo echan a la olla para mañana.
Con razón llevamos 12 días comiendo sopa de fideos en todos los sitios donde paramos, porque cocinan lo mismo día tras día. Claro, si los peregrinos pasan de largo y no repiten día. Vaya descubrimiento defraudante.

Este lugar, el albergue, invita a quedarse por lo menos 1 días más. De hecho, si hubiese venido sola me hubiese quedado. Porque es precioso, y tiene una tranquilidad extraordinaria. Son varias casitas que forman una especie de pueblecito. La verdad es que viene bien para descansar el cuerpo pero también la mente. Es verdaderamente bonito.

CRÓNICA DEL CAMINO. Día 11. Etapa 9, O Cádavo Baleira- Lugo



¡LUGO! ¡LUGO! ¡POR FIN LUGO!!!!!
En momentos como este en el que escribo el diario no tengo fuerzas para nada (esta frase la escribí en mi cuaderno tumbada en el albergue y totalmente rendida, y he querido reflejarla tal cual la escribí).

Esta es una etapa buena. Las subidas y bajadas son suaves, hay grandes llanuras, y en general es una etapa sencilla. Pero taaaaaaaaaaaaaaaan larga... Ya nos lo advirtió ayer una chica en O Cádavo, que se hace pesada porque parece que Lugo no llega nunca. Y es cierto.
Cuando dejas el campo y ves Lugo (o parte) al fondo, piensas que ya estas ahí, y Lugo no llega. Pasas varias urbanizaciones que supones son anexas, y Lugo no llega. Pasas la autovía varias veces y ves carteles para coches donde indica centro ciudad... y Lugo no llega. Y así sucesivamente.
Por tanto, para poder hacer esta etapa bien, es necesario pararse a comer al mediodía en el camino. Y llegar a Lugo después de comer, así no hay tanta obsesión en comer.
¿El problema? No hay donde comprar comida ni casi donde pararse.

CONSEJO: Lleva en la mochila algo de comer.
Carmeli llevaba un bocadillo y yo ensalada de pasta precocinada. Es lo que hay, guste o no (odio la comida precocinada, yo soy de la vieja escuela y la comida casera). Nos paramos a comer en un lado del camino, bajo unos árboles, sentadas en unos troncos que estaban colocados a modo de "asientos".
No nos paramos mucho, porque a la sombra de los árboles hacía frío y decidimos seguir pasito a pasito y con tranquilidad.

La verdad es que lo hemos pasado bien durante esta etapa, pero parte del cansancio es debido a tantos días de camino. Los calcetines están gastados (yo llevo 6 pares en total y todos están igual), la suciedad está incrustada y rozan más que al principio, las zapatillas tienen "bolillas" por dentro que crean rozaduras y molestias, en fin... que roza todo y llegas un poco molesta. (Qué redundante estoy hoy, me falta vocabulario, supongo que es por estar de vacaciones).

Cuando llegamos al albergue sólo había 5 camas libres, hemos pillado una de milagro. Y es lo que más me ha molestado. Que nuestro grupo apenas había llegado y el albergue ya está lleno. Y es que aquí empieza mucha gente su andadura hacia Santiago, llegan tempranito en transporte público y le quitan la cama a los peregrinos que venimos de lejos cansados. Y eso no es justo.
La mayoría de nuestro grupo ha tenido que dormir en hostales porque no han habilitado polideportivos.

El albergue es muy serio. No tiene cocina, la zona común está abajo y las habitaciones arriba, y el ambiente es tal que no dan ganas ni de estar en el saloncito habilitado para la charla y el descanso.
Por lo tanto, por la tarde vamos a dar un paseo por Lugo, por la parte antigua, para conocer la catedral y algunas calles.
Allí vamos viendo a peregrinos conocidos, hablamos, nos ponemos al día sobre quién tiene cama y dónde, y quedamos a las 9 en la puerta del albergue para ver qué vamos a hacer mañana, porque hay varias opciones.

Ha sido un largo día. Buenas noches.

CRÓNICA DEL CAMINO. Día 10. Etapa 8, A Fonsagrada- O Cádavo Baleira

Hoy mi ánimo es estupendo. He visto en estos días que me voy recuperando y que no tengo que abandonar.
Mis padres y David (mi novio) me han dado mucho ánimo por teléfono, me han dicho que no tenga prisa en volver, que disfrute de mi experiencia.

Admiro a Carmeli, porque en ningún momento ha tenido agujetas, ni le ha dolido nada, sólo alguna que otra ampolla sin importancia y ya está.

La etapa ha transcurrido tranquila. Ha llovido un poco y me he tenido que cambiar 1 vez de calcetines por la humedad, además hacía frío, pero íbamos bien abrigadas y llevábamos los impermeables, por lo que dentro de lo que cabe estábamos cómodas y contentas.
Mi rodilla me dolía mucho, pero hay una cosa mágica llamada ibuprofeno que iba alternando con naproxeno (importante, para la inflamación) que me ayudaba, además como estaba tan feliz por verme andar, que no me importaba el dolor.

Ya no íbamos a paso de tortuga, sino a paso de caracol. Sin embargo lo pasamos bien. El grupo de "amigos" nuevos que hemos hecho son totalmente diferentes al anterior. Estos van rápido, te adelantan a velocidad del rayo, "adios, by, au revoir!!!" y al poco rato, llegaba yo (la tortuguita) y veía a unos pocos echados en el cesped bajo un árbol, otros dándose masajitos junto a un riachuelo, otros comiendo fruta en un pueblo... ¡¡Esta gente sí que disfruta el camino!!!!

Carmeli va tranquila, a mi paso, sin prisas, estos 2 días le han hecho reflexionar y ahora va a mi ritmo, pero algo dentro de mí me dice que no está disfrutando del camino, que los nervios los lleva dentro. Pero ahí poco puedo yo hacer.

A unos cuantos kilómetros de A Fonsagrada hay un pequeño pueblo llamado Paradavella con 2 bares. Allí, en un pequeño bar- tienda, hay un chico que ha ganado el campeonato de España de cafés, y los hace estupendos para las personas que les gusta.
Como a mi no me gusta el café, se deleitó haciendo formas con la crema de leche que me enseñaba: cara de perrito, una flor, un peregrino...
Si tuviera adsl buscaría el nombre del pueblo para colgarlo en el blog, y subiría la foto que le hicimos al café, pero con este internet portátil no podría ni en meses, porque no tiene fuerza para cargar fotos. Qué pena más grande.

Hoy ha pasado una cosa digna de mencionar CON LETRAS MAYÚSCULAS. Me ha llegado tan hondo que no sé ni por dónde empezar a contarlo.
A ver... al mediodía llegamos a O Cádavo- Baleira, que es donde está el albergue, al estar completo, tendríamos que dormir en el polideportivo en el suelo, o buscar un hostal. Tal y como tenía yo la rodilla, no podía dormir en el suelo, el dolor aumentaría, así que decidí dormir en un hostal.
Fuimos a buscar el hostal, subimos a la habitación, comimos y Carmeli fue un momento al albergue a buscar su bordón porque se le había perdido. Yo me quedé comiéndome el postre, cuando Carmeli me llamó corriendo por teléfono para decirme que fuera al albergue YA, cuanto antes, que tenía cama.
Y es que... Alex, un chico al que conocí ayer sabía que yo estaba lesionada, y cuando vio que el albergue estaba lleno, me estaba esperando para cederme su cama.
Es decir, una persona que apenas me conoce de nada va a dormir en el suelo de un polideportivo para que yo pueda dormir en una cama. Y encima a él ya le habían cobrado la cama y no me quería coger el dinero.
Este acto de solidaridad me ha llegado hondo y me hace plantearme muchas cosas respecto a cómo somos las personas...
Ahí lo dejo.

Por lo demás... anulamos la habitación del hostal, nos duchamos, descansamos... lo típico de todos los días.

El albergue está muy bien. En general los albergues de Galicia están mejor cuidados que los de Asturias.
Los que dormían en el polideportivo vinieron a cenar al albergue. Alex hizo arroz con pollo que comimos entusiasmados, unos con platos de plástico, otros sin cubiertos... apañándonos con lo que teníamos a mano, con buen ambiente y en armonía. Es estupendo.

Ahora a dormir tempranito, que mañana viene por ahí.