CRÓNICA DEL CAMINO. Día 13. Etapa 11, Palas de Rei- Arzúa

28 km. Lo conseguí. Creí que no lo haría pero lo conseguí.


Nunca pensé en poder llegar, tal y como tengo la rodilla, de hecho estaba convencida de que cogería un taxi a mitad de la etapa. Sin embargo, lo tomamos con tranquilidad, pasito a pasito, parándonos mucho a desayunar, almorzar, a descansar...


Este camino ya es diferente. Estamos llegando a Santiago y el paisaje de montaña ha dado paso a más campos de cultivo, parcelas e incluso zonas de industria. El camino es más transitable, subidas y bajadas apenas sin desnivel...


Pero las hay, claro. Anoche una chica dijo a Carmeli "mañana el camino es llano". Y yo pensé "¡si en Galicia no hay llanuras!"


Efectivamente, yo no sé a qué llaman "llanura" estas personas, pero llano llano... lo que se dice llano... no es... y más con una lesión que notas más los cambios de nivel.


Pero en general es una etapa muy facilita.

Ya hay mucha gente por aquí. Y además el ambiente es diferente. Algunos pasan por nuestro lado y no nos saludan, otros van con los auriculares puestos cual metro de Madrid... en fin... un trato más "frío".

Pero Carmeli y yo seguimos con nuestra consigna de desear "buen camino" o "buenos días" a todo aquel con quien nos cruzáramos, fuese peregrino o paseante, lugareño o forastero, sentado en la puerta de su casa o regando su huerta. Y pocos saludos nos devolvían. Pero ese es otro tema que deberá ser discutido en otra ocasión...

Unos 6 km antes de llegar a Arzúa hay un pequeño pueblo. Del camino en el campo llegas a él, cruzas la carretera y lo primero que te encuentras es una pequeña iglesia donde una señora muy atenta y amable te sella el carnet. El camino continúa hacia la derecha por una calle. Pues bien: Justo en la esquina izquierda, hay un bar que se llama "el correo del Gallego". NO PAREN ALLÍ. Cuando pasamos por allí, nos encontramos con la LAMENTABLE situación (y vergonzosa de paso) de que el dueño (un señor con muchas barbas) estaba discutiendo con una familia inglesa (que tenían la cara descompuesta entre asombro y susto) y les quitó los bastones de andar...

Al poco tiempo nos enteramos de que esta familia había entrado a hacer uso del baño (aguas menores) porque no querían hacerlo en el campo y no había baño en ningún otro sitio, y el señor del bar QUISO COBRARLE 1 EURO por usar el baño. En su derecho está, es su bar... pero... ¿y qué hay del espíritu del camino? ¿No se habrá convertido esto en un negocio? Pobre familia, con ese hombre gritándoles en medio de la calle, "robándoles" los bastones a modo de "pago" por usar un baño. ¡Por favor! Personalmente sentí vergüenza del comportamiento de este señor. El camino de Santiago, ya cerca de Santiago se ha convertido en un negocio puro y duro, y eso nos ha decepcionado mucho.

Cambiando de tema... unos 3 km antes de llegar a Arzúa, coincidiendo casi con la hora de comer, íbamos andando tranquilamente, entre medio cansadas y con hambre, por unos caminos con maleza, cuando la maleza da paso a un restaurante a la derecha. Las mesas y sillas rojas y las sombrillas están puestas en una explanada de tierra. No me acuerdo del nombre pero es como un "milagro" en medio de la nada que invita a sentarse y a descansar, y ya de paso teniendo en cuenta que yo tenía que descansar mucho, pensamos en pararnos allí a comer.

¡Qué comida más buena! ¡Qué tortilla de patatas casera! ¡Qué espaguettis cocinados como los que yo hago! ¡Qué lastima no acordarme del nombre! La señora tiene más mano para la cocina que mi madre, y qué bien comer algo en condiciones después de tanto tiempo. Nos fuímos de allí con una sonrisa de oreja a oreja.

Ya en Arzúa dormimos en un albergue privado porque los públicos se llenan antes del mediodía y no nos apetecía dormir en el suelo después de tantos días y tan cansadas como estábamos. En el albergue hay 2 tipos de personas: los peregrinos y los turistas. Porque hay gente como nosotras que llevamos mucho tiempo andando y queremos descansar y pedimos silencio y tranquilidad. Y hay personas que llevan 1 día sólo, o bien que han ido allí a hacer el camino "porque sale en la tele" y no tienen ningún respeto por nada. Toda la tarde riendo y gritando (con lo cual no pudimos dormir la siesta ni descansar) y a la 1 de la madrugada seguían de risas y gritos con la luz apagada. Yo me pongo los tapones de los oídos y me duermo... pero allí había mucha gente sin tapones y lo han pasado mal por culpa de este grupo de indeseables.

¿Veis por qué esta parte del camino es diferente?

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