CRÓNICA DEL CAMINO. Día 5. Etapa 4, Tineo- Pola de Allende






Una de las mejores etapas de todas las que llevamos hasta ahora. Sencillamente estupenda.

Cierto que es bastante larga, unos 32 km, y está llena de subidas eternas y bajadas horribles y pesadas, pero se hace amena, buena... Quizá es porque después de tantos días las agujetas y contracturas van desapareciendo, ya apenas duele nada, las ampollas están controladas y nos sentimos más ligeras y en forma que nunca (excepto por mi rodilla pero eso ya no tiene remedio).

No hay bares desde Tineo hasta Campiello, por lo que hay que llevar algo de comida, pero ya tenemos experiencia en lo que debemos llevar. Nada de yogures: un buen bocadillo de chorizo, salchichón o caña de lomo, que llene bien el hueco del estómago. (Es que no estamos acostumbradas a comer tanto, y antes sólo llevábamos cosas "light", con razón nos pusimos malas).

En Campiello volvimos a desayunar y nos juntamos con un grupo grande de peregrinos con los que seguimos unos kilómetros más. Llegamos a Borres sobre las 10 de la mañana. No sé cómo lo planificamos pero queríamos almorzar aquí (bocadillo, porque en este albergue no hay nada) pero al ver la hora, decidimos continuar.

No hay nada donde pararse desde Campiello a Pola, sólo un pequeño bar en medio del camino oculto en una casita, que se diferencia sólo porque tiene 2 pequeñas mesas rojas de plástico en la puerta, y que invita a tomarse algo fresquito (aquarius por ejemplo) y a seguir con más energía.
Sólo quedan 5 kilómetros hasta Pola de Allende, pero... ¡vaya 5 kilómetros! Es todo totalmente cuesta abajo, y eso a mi rodilla no le viene muy bien. Me costó mucho trabajo llegar y tardamos mucho, pero al final llegamos.
Vamos muy estresadas para mi gusto. Hemos andado 32 kilómetros y hemos llegado a las 14 horas. Pienso que esta etapa tan larga deberíamos haberla hecho parándonos más y disfrutando más de los paisajes. Es importante. Otro año será.

Ya en Polla comimos en un restaurante que nos llamó la atención porque dijeron: "Menú normal: 10 euros" "Menú del peregrino, 14 euros". ¡¡¡Pues uno normal, por favor!!!

Por la tarde, fui a leer mi correo al ayuntamiento, que hay internet gratis.
Y ahí es cuando cambiamos los planes.
Mientras yo tomaba algo con el grupo de peregrinos con el que nos juntamos siempre, Carmeli habló con un matrimonio, que no sé qué planes o prisa tenía, pero que quería hacer mañana doble etapa pero sin mochilas, así que nos apuntamos con ellos. Por lo tanto, este es el último día que estaremos con nuestro grupo de amigos peregrinos. Mañana los adelantaremos un día, con lo cual vamos a hacer una cena- despedida.

MESON IVÁN, así con letras mayúsculas. El bar donde mejor se come del mundo mundial. Está en la misma acera del albergue de Pola, es pequeñito, apenas 3 mesas, y hay que encargar la comida un rato antes porque la mujer la hace en ese momento. ¡¡¡Pero es que está buenísima!!!
Huevos caseros de gallina, verduras recién cogidas de la huerta... madre mía qué bueno está todo. Os lo recomiendo sin dudarlo.

Ah, se me olvidaba hablar del albergue. Pues está muy bien. Limpio, las camas en una habitación y otra a parte con una mini - cocina, mesas, sillones, etc. No me quejo.

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