Y después del camino...

Llegamos a Montilla un martes por la mañana, bien tempranito.

Carmeli ya estaba pensando en organizarse el día para irse a andar. Es admirable, no le dolía nada y estaba deseando continuar con su ritmo de vida.

Yo por mi parte apenas podía andar y decidí ir lo antes posible al médico de cabecera para que me mandara al traumatólogo.
Éste último, me ha renovado las plantillas ortopédicas (para corregir la postura al pisar) y me ha comentado que tengo la rótula desplazada.
Por lo visto al tener débil la musculatura, no ha podido agarrar bien la rótula y se me ha desplazado hacia fuera debido al sobreesfuerzo del camino. Me ha mandado ejercicios de fortalecimiento de cuádriceps y estiramientos.
Estoy muy entusiasmada haciendo los ejercicios (de vez en cuando se me cae alguna lágrima debido al dolor al mover la rodilla) porque tengo muchas ganas de curarme y fortalecerme para poder hacer otro camino el año que viene.

Ahora a limpiar y guardar todo el material porque... ¡el camino no ha acabado aún!

CRÓNICA DEL CAMINO. Día 15. ¡¡¡¡SANTIAGO!!!!!


Oh... esto ya va llegando a su fin y me da mucha pena...

Durante la tarde de ayer y la mañana de hoy hemos estado haciendo turismo. Ayer por la tarde dejamos las mochilas en "Casa Felisa", (un hostal muy bonito que está cerca de la catedral y que nos costó mucho encontrar porque nadie conocía la calle donde estaba. Pero preguntando se llega a Roma... o a Santiago) y fuimos a pedir la Compostelana. No había mucha gente ni muchas colas. Mejor.

No entramos en la catedral porque había demasiada gente haciendo cola y estábamos cansadas, pensamos en hacerlo hoy por la mañana, pero sí hemos entrado a abrazar el santo que se entraba por la puerta santa y la cola era pequeñita. Después nos hemos dado un paseo turístico en un tren que enseña Santiago al completo. (5 euros, no está nada mal).

Compramos regalos para todo el mundo y yo me compré una camiseta que me he puesto hoy para el viaje de vuelta porque las mías huelen a todo ya (entre gel- humedad- sudor- calor...)

Hoy por la mañana Carmeli ha entrado a misa y yo me he quedado fuera en las escaleras sentada junto a las mochilas. En un momento me he levantado a preguntarle a un policía dónde sigue el camino para Fisterra (de cara a próximos años) y cuando he vuelto la cabeza a las mochilas... ¡¡Había varios policías nacionales y perros oliendo las mochilas!
Y ya he dicho que son mías y me he vuelto a sentar a su lado para no crear más molestias. ¡Madre mía, qué control policial!
Mientras esperaba se ha sentado a mi lado una mujer muy mayor, de Finlandia, concretamente de Laponia. No hablaba español ni yo inglés pero me ha estado enseñando fotos de su país y de la nieve y de las zonas verdes. Decía que venía desde Francia andando sola. Hemos pasado un buen y agradable rato intentando entendernos. Me gusta mucho hacer amigos forasteros y aprender idiomas.
Y para terminar, un CONSEJO de los míos.
Aquí en Galicia ponen tapa con la bebida. Pero... no si vas a cenar. Nos sentamos en un bar, pedimos 2 refrescos y la carta de comidas. Nos traen los refrescos y NO la tapa, y vemos que se la ponen a una pareja al lado nuestra.
Llamamos a la camarera "perdone, ¿con la bebida ponen tapa?" Y su respuesta fue "no a la hora de cenar". Bueno... será ahora la hora de cenar. Pero a la media hora se sienta un matrimonio y le ponen tapa gratis otra vez.
"Perdone, camarera, ¿cuándo es la hora de cenar? Porque ese matrimonio se ha sentado después que nosotras" Y la chica: "Yo no lleno la bandeja, yo traigo lo que me ponen".
Total, nos quedamos sin tapa.
Conclusión: No hay "hora de cenar". Hay que sentarse en el bar, pedir la bebida y NO PEDIR CARTA DE COMIDAS. Si preguntan si van a cenar, contestar NO. Así ponen tapa gratis. Después de comerla, pedir la carta de comidas y cenar.
¡¡¡Vaya cosa rara!!!! Pues yo tengo sangre "granaina" y en Granada ponen tapa cenes o no cenes.
Después de hacer turismo, justo al mediodía cogimos un autobús dirección Madrid. Allí otro dirección Córdoba, y otro para Montilla.
Habíamos reservado el autobús Santiago- Madrid por teléfono unos días antes pero no hace falta. Hay autobuses de sobra y no hubiese hecho falta reservar. Lo digo por si alguien lee esto, que no se preocupe por la vuelta.
Y colorín colorado... el viaje a Santiago ha terminado.

CRÓNICA DEL CAMINO. Día 14. Etapa 12 y 13. Arzúa- Santiago.

Hay veces en que uno no puede decidir qué hacer porque hay causas o fuerzas mayores que obligan a actuar de una manera o a cambiar los planes. Con todo el dolor de mi corazón, yo he tenido que tomar una decisión que no es la que quería realmente.

Y... bueno... quién no lo entienda no tiene más que venir aquí y ponerse en mi lugar.

Quedan 2 etapas: Arzúa- Monte do gozo, y otro día hasta Santiago, pero mi rodilla ya no puede más. No es que duela mucho, porque ya el dolor ni me molesta (me he acostumbrado a él) pero necesita descanso y reposo ya. Si no, me la voy a lesionar de por vida.

Son muchos días, muchos kilómetros, y en nuestro corazón ya hemos hecho el camino, así que nos perdone quién nos tenga que perdonar... pero vamos a coger un autobús que nos acerque 20 km, y haremos los otros 15 km andando hasta llegar a Santiago.

No me siento orgullosa de ello, pero este año ya ha pasado así, y tengo toda la vida por delante para repetir, volver, y hacer el camino entero de nuevo.

Justo enfrente del albergue (unos metros hacia adelante) hay una parada de autobús que nos llevará hasta "Lavacolla" o "Labacolla" (lo he visto escrito de dos maneras diferentes y no sé cual es en Castellano y cual en Gallego). Y de allí ya iniciaremos nuestro camino.

Nos paramos a desayunar en un albergue privado en medio del camino después de pasar Lavacolla y allí la chica nos dejó la guía telefónica donde hemos buscado hostales en Santiago. No queríamos llegar a la aventura porque pensamos que si estaba todo completo no tendríamos donde pasar la noche.

Después nos dimos cuenta de que la preocupación no era tal, porque en Santiago vas andando y te van ofreciendo camas para dormir (no sabemos en qué condiciones, cada cual que haga lo que quiera) pero por si acaso queríamos tener una reserva hecha.

Conforme íbamos caminando y viendo lo cerquita que estábamos del Monte do Gozo la emoción nos iba inundando. Estaba tan emocionada que notaba que andaba más rápido pese a mi lesión. ¡¡Y por fin... MONTE DO GOZO!!! Echamos a correr y subimos emocionadas, nos echamos fotos, sellamos el carnet super felices... no hay palabras para describir aquella situación.


Carmeli empezó a llorar cuando divisamos Santiago a lo lejos de la misma emoción (ella pensaba que no llegaríamos por mi culpa) y continuamos nuestro camino animadas, emocionadas, felices...
Allí nos encontramos con peregrinos compañeros de anteriores etapas a los que dejamos atrás, pero por haber adelantado 20 km en autobús y hacer 2 etapas en 1 los volvimos a coger. Con lo cual más emociones y alegrías.

Y luego pasó lo que pasó: que la catedral no llegaba.
Es que en las guías pone "de Monte do Gozo a Santiago hay 5 km". Pero claro... hasta la entrada de Santiago. Llegamos a Santiago y comenzamos a andar por las calles. Y a andar, y a andar, y a andar... ¿y dónde está la catedral?
Preguntamos a varias personas y todas decían "Uf... aún queda mucho". Y no se equivocaban. Está lejos con ganas y más todavía. Se nos hizo eterno.

Pero por fin llegamos y nuestro camino está llegando a su fin.

CRÓNICA DEL CAMINO. Día 13. Etapa 11, Palas de Rei- Arzúa

28 km. Lo conseguí. Creí que no lo haría pero lo conseguí.


Nunca pensé en poder llegar, tal y como tengo la rodilla, de hecho estaba convencida de que cogería un taxi a mitad de la etapa. Sin embargo, lo tomamos con tranquilidad, pasito a pasito, parándonos mucho a desayunar, almorzar, a descansar...


Este camino ya es diferente. Estamos llegando a Santiago y el paisaje de montaña ha dado paso a más campos de cultivo, parcelas e incluso zonas de industria. El camino es más transitable, subidas y bajadas apenas sin desnivel...


Pero las hay, claro. Anoche una chica dijo a Carmeli "mañana el camino es llano". Y yo pensé "¡si en Galicia no hay llanuras!"


Efectivamente, yo no sé a qué llaman "llanura" estas personas, pero llano llano... lo que se dice llano... no es... y más con una lesión que notas más los cambios de nivel.


Pero en general es una etapa muy facilita.

Ya hay mucha gente por aquí. Y además el ambiente es diferente. Algunos pasan por nuestro lado y no nos saludan, otros van con los auriculares puestos cual metro de Madrid... en fin... un trato más "frío".

Pero Carmeli y yo seguimos con nuestra consigna de desear "buen camino" o "buenos días" a todo aquel con quien nos cruzáramos, fuese peregrino o paseante, lugareño o forastero, sentado en la puerta de su casa o regando su huerta. Y pocos saludos nos devolvían. Pero ese es otro tema que deberá ser discutido en otra ocasión...

Unos 6 km antes de llegar a Arzúa hay un pequeño pueblo. Del camino en el campo llegas a él, cruzas la carretera y lo primero que te encuentras es una pequeña iglesia donde una señora muy atenta y amable te sella el carnet. El camino continúa hacia la derecha por una calle. Pues bien: Justo en la esquina izquierda, hay un bar que se llama "el correo del Gallego". NO PAREN ALLÍ. Cuando pasamos por allí, nos encontramos con la LAMENTABLE situación (y vergonzosa de paso) de que el dueño (un señor con muchas barbas) estaba discutiendo con una familia inglesa (que tenían la cara descompuesta entre asombro y susto) y les quitó los bastones de andar...

Al poco tiempo nos enteramos de que esta familia había entrado a hacer uso del baño (aguas menores) porque no querían hacerlo en el campo y no había baño en ningún otro sitio, y el señor del bar QUISO COBRARLE 1 EURO por usar el baño. En su derecho está, es su bar... pero... ¿y qué hay del espíritu del camino? ¿No se habrá convertido esto en un negocio? Pobre familia, con ese hombre gritándoles en medio de la calle, "robándoles" los bastones a modo de "pago" por usar un baño. ¡Por favor! Personalmente sentí vergüenza del comportamiento de este señor. El camino de Santiago, ya cerca de Santiago se ha convertido en un negocio puro y duro, y eso nos ha decepcionado mucho.

Cambiando de tema... unos 3 km antes de llegar a Arzúa, coincidiendo casi con la hora de comer, íbamos andando tranquilamente, entre medio cansadas y con hambre, por unos caminos con maleza, cuando la maleza da paso a un restaurante a la derecha. Las mesas y sillas rojas y las sombrillas están puestas en una explanada de tierra. No me acuerdo del nombre pero es como un "milagro" en medio de la nada que invita a sentarse y a descansar, y ya de paso teniendo en cuenta que yo tenía que descansar mucho, pensamos en pararnos allí a comer.

¡Qué comida más buena! ¡Qué tortilla de patatas casera! ¡Qué espaguettis cocinados como los que yo hago! ¡Qué lastima no acordarme del nombre! La señora tiene más mano para la cocina que mi madre, y qué bien comer algo en condiciones después de tanto tiempo. Nos fuímos de allí con una sonrisa de oreja a oreja.

Ya en Arzúa dormimos en un albergue privado porque los públicos se llenan antes del mediodía y no nos apetecía dormir en el suelo después de tantos días y tan cansadas como estábamos. En el albergue hay 2 tipos de personas: los peregrinos y los turistas. Porque hay gente como nosotras que llevamos mucho tiempo andando y queremos descansar y pedimos silencio y tranquilidad. Y hay personas que llevan 1 día sólo, o bien que han ido allí a hacer el camino "porque sale en la tele" y no tienen ningún respeto por nada. Toda la tarde riendo y gritando (con lo cual no pudimos dormir la siesta ni descansar) y a la 1 de la madrugada seguían de risas y gritos con la luz apagada. Yo me pongo los tapones de los oídos y me duermo... pero allí había mucha gente sin tapones y lo han pasado mal por culpa de este grupo de indeseables.

¿Veis por qué esta parte del camino es diferente?

CRÓNICA DEL CAMINO. Día 12. Etapa 10. Lugo... ¿Palas de Rei?

Hoy es el día de la indecisión.
¿Dónde voy? ¿Qué camino cojo? ¿Cuántos días más estoy dispuesto a andar?
Hay varias opciones y anoche nos reunimos todos para hablar sobre ellas y cada cual eligiera la más adecuada.

Opción 1: Lugo- San Román da Retorta- Palas de Rei- camino francés (39 km hasta Palas de Rei, que se pueden hacer en 2 días si el cuerpo no aguanta tantos kilómetros).

Opción 2: Lugo- San Román da Retorta- Melide - camino francés (50 km hasta Melide, 2 días seguro, aunque algunos peregrinos decidieron hacerlo en 1 sólo día).

Opción 3: Lugo- Friol (26 km)- Sobrado (26 km)- Arzúa. (Pero éste también serían varios días más, además, en Friol habría que dormir en hostal y estaba todo completo ya, y en Sobrado en un monasterio franciscano).

Elijas la opción que elijas, a partir de aqui los albergues están llenos, así que hay que reservar albergues privados si quieremos dormir en camita, o reservar hostales. Si no, pues al suelo de los polideportivos.
En el albergue de ayer en Lugo, Antonio el hospitalero nos facilitó teléfonos de hostales y albergues y reservamos camita para hoy en un albergue privado (10 euros).

Nosotras optamos por la opción 1. Es decir, 20 km hasta San Roman da Retorta y otros tantos hasta Palas de Rei del tirón.
Sinceramente, yo lo hubiese hecho en 2 días. Sí es cierto que el albergue de San Román es pequeño, que a la hora que llegamos ya estaba lleno y hubiésemos tenido que dormir en el suelo de un colegio abandonado que habilitan para ello, pero hubiese sido mejor que hacerlo todo seguido tal y como yo tenía mi rodilla.
Llegamos a San Román sobre las 12 del mediodía, allí hay un bar donde HAY QUE PROVEERSE DE COMIDA porque el resto del camino hasta Palas de Rei no hay nada.
Aqui ya NO HAY QUE SEGUIR LAS VIEIRAS porque evidentemente ellas nos llevarían hasta Melide, así que es todo carretera, carretera, carretera. Ni bares, ni pueblos, ni casi personas a quien preguntar.
Por lo tanto, un bocadillito y un aquarius, más agua no debería faltar en la mochila.

Ya en Palas de Rei, pasando dirección al camino francés (aquí ya sí hay que seguir las vieiras), unos 2 ó 3 km después, está nuestro albergue. El albergue "Abrigadoiro", en pleno camino, donde te puedes sentar en el porche al fresquito y ver pasar peregrinos y desearle buen camino.
Limpito, bonito, acogedor, y con unos hospitaleros que dejan su vida en Barcelona todos los años durante la temporada alta del camino para atender a los peregrinos.
Por la noche cenamos todos juntos en armonía, el menú que hacen todos los días: sopa de fideos, carne, ensalada y postre. Eso es a diario, lo que sobra lo echan a la olla para mañana.
Con razón llevamos 12 días comiendo sopa de fideos en todos los sitios donde paramos, porque cocinan lo mismo día tras día. Claro, si los peregrinos pasan de largo y no repiten día. Vaya descubrimiento defraudante.

Este lugar, el albergue, invita a quedarse por lo menos 1 días más. De hecho, si hubiese venido sola me hubiese quedado. Porque es precioso, y tiene una tranquilidad extraordinaria. Son varias casitas que forman una especie de pueblecito. La verdad es que viene bien para descansar el cuerpo pero también la mente. Es verdaderamente bonito.

CRÓNICA DEL CAMINO. Día 11. Etapa 9, O Cádavo Baleira- Lugo



¡LUGO! ¡LUGO! ¡POR FIN LUGO!!!!!
En momentos como este en el que escribo el diario no tengo fuerzas para nada (esta frase la escribí en mi cuaderno tumbada en el albergue y totalmente rendida, y he querido reflejarla tal cual la escribí).

Esta es una etapa buena. Las subidas y bajadas son suaves, hay grandes llanuras, y en general es una etapa sencilla. Pero taaaaaaaaaaaaaaaan larga... Ya nos lo advirtió ayer una chica en O Cádavo, que se hace pesada porque parece que Lugo no llega nunca. Y es cierto.
Cuando dejas el campo y ves Lugo (o parte) al fondo, piensas que ya estas ahí, y Lugo no llega. Pasas varias urbanizaciones que supones son anexas, y Lugo no llega. Pasas la autovía varias veces y ves carteles para coches donde indica centro ciudad... y Lugo no llega. Y así sucesivamente.
Por tanto, para poder hacer esta etapa bien, es necesario pararse a comer al mediodía en el camino. Y llegar a Lugo después de comer, así no hay tanta obsesión en comer.
¿El problema? No hay donde comprar comida ni casi donde pararse.

CONSEJO: Lleva en la mochila algo de comer.
Carmeli llevaba un bocadillo y yo ensalada de pasta precocinada. Es lo que hay, guste o no (odio la comida precocinada, yo soy de la vieja escuela y la comida casera). Nos paramos a comer en un lado del camino, bajo unos árboles, sentadas en unos troncos que estaban colocados a modo de "asientos".
No nos paramos mucho, porque a la sombra de los árboles hacía frío y decidimos seguir pasito a pasito y con tranquilidad.

La verdad es que lo hemos pasado bien durante esta etapa, pero parte del cansancio es debido a tantos días de camino. Los calcetines están gastados (yo llevo 6 pares en total y todos están igual), la suciedad está incrustada y rozan más que al principio, las zapatillas tienen "bolillas" por dentro que crean rozaduras y molestias, en fin... que roza todo y llegas un poco molesta. (Qué redundante estoy hoy, me falta vocabulario, supongo que es por estar de vacaciones).

Cuando llegamos al albergue sólo había 5 camas libres, hemos pillado una de milagro. Y es lo que más me ha molestado. Que nuestro grupo apenas había llegado y el albergue ya está lleno. Y es que aquí empieza mucha gente su andadura hacia Santiago, llegan tempranito en transporte público y le quitan la cama a los peregrinos que venimos de lejos cansados. Y eso no es justo.
La mayoría de nuestro grupo ha tenido que dormir en hostales porque no han habilitado polideportivos.

El albergue es muy serio. No tiene cocina, la zona común está abajo y las habitaciones arriba, y el ambiente es tal que no dan ganas ni de estar en el saloncito habilitado para la charla y el descanso.
Por lo tanto, por la tarde vamos a dar un paseo por Lugo, por la parte antigua, para conocer la catedral y algunas calles.
Allí vamos viendo a peregrinos conocidos, hablamos, nos ponemos al día sobre quién tiene cama y dónde, y quedamos a las 9 en la puerta del albergue para ver qué vamos a hacer mañana, porque hay varias opciones.

Ha sido un largo día. Buenas noches.

CRÓNICA DEL CAMINO. Día 10. Etapa 8, A Fonsagrada- O Cádavo Baleira

Hoy mi ánimo es estupendo. He visto en estos días que me voy recuperando y que no tengo que abandonar.
Mis padres y David (mi novio) me han dado mucho ánimo por teléfono, me han dicho que no tenga prisa en volver, que disfrute de mi experiencia.

Admiro a Carmeli, porque en ningún momento ha tenido agujetas, ni le ha dolido nada, sólo alguna que otra ampolla sin importancia y ya está.

La etapa ha transcurrido tranquila. Ha llovido un poco y me he tenido que cambiar 1 vez de calcetines por la humedad, además hacía frío, pero íbamos bien abrigadas y llevábamos los impermeables, por lo que dentro de lo que cabe estábamos cómodas y contentas.
Mi rodilla me dolía mucho, pero hay una cosa mágica llamada ibuprofeno que iba alternando con naproxeno (importante, para la inflamación) que me ayudaba, además como estaba tan feliz por verme andar, que no me importaba el dolor.

Ya no íbamos a paso de tortuga, sino a paso de caracol. Sin embargo lo pasamos bien. El grupo de "amigos" nuevos que hemos hecho son totalmente diferentes al anterior. Estos van rápido, te adelantan a velocidad del rayo, "adios, by, au revoir!!!" y al poco rato, llegaba yo (la tortuguita) y veía a unos pocos echados en el cesped bajo un árbol, otros dándose masajitos junto a un riachuelo, otros comiendo fruta en un pueblo... ¡¡Esta gente sí que disfruta el camino!!!!

Carmeli va tranquila, a mi paso, sin prisas, estos 2 días le han hecho reflexionar y ahora va a mi ritmo, pero algo dentro de mí me dice que no está disfrutando del camino, que los nervios los lleva dentro. Pero ahí poco puedo yo hacer.

A unos cuantos kilómetros de A Fonsagrada hay un pequeño pueblo llamado Paradavella con 2 bares. Allí, en un pequeño bar- tienda, hay un chico que ha ganado el campeonato de España de cafés, y los hace estupendos para las personas que les gusta.
Como a mi no me gusta el café, se deleitó haciendo formas con la crema de leche que me enseñaba: cara de perrito, una flor, un peregrino...
Si tuviera adsl buscaría el nombre del pueblo para colgarlo en el blog, y subiría la foto que le hicimos al café, pero con este internet portátil no podría ni en meses, porque no tiene fuerza para cargar fotos. Qué pena más grande.

Hoy ha pasado una cosa digna de mencionar CON LETRAS MAYÚSCULAS. Me ha llegado tan hondo que no sé ni por dónde empezar a contarlo.
A ver... al mediodía llegamos a O Cádavo- Baleira, que es donde está el albergue, al estar completo, tendríamos que dormir en el polideportivo en el suelo, o buscar un hostal. Tal y como tenía yo la rodilla, no podía dormir en el suelo, el dolor aumentaría, así que decidí dormir en un hostal.
Fuimos a buscar el hostal, subimos a la habitación, comimos y Carmeli fue un momento al albergue a buscar su bordón porque se le había perdido. Yo me quedé comiéndome el postre, cuando Carmeli me llamó corriendo por teléfono para decirme que fuera al albergue YA, cuanto antes, que tenía cama.
Y es que... Alex, un chico al que conocí ayer sabía que yo estaba lesionada, y cuando vio que el albergue estaba lleno, me estaba esperando para cederme su cama.
Es decir, una persona que apenas me conoce de nada va a dormir en el suelo de un polideportivo para que yo pueda dormir en una cama. Y encima a él ya le habían cobrado la cama y no me quería coger el dinero.
Este acto de solidaridad me ha llegado hondo y me hace plantearme muchas cosas respecto a cómo somos las personas...
Ahí lo dejo.

Por lo demás... anulamos la habitación del hostal, nos duchamos, descansamos... lo típico de todos los días.

El albergue está muy bien. En general los albergues de Galicia están mejor cuidados que los de Asturias.
Los que dormían en el polideportivo vinieron a cenar al albergue. Alex hizo arroz con pollo que comimos entusiasmados, unos con platos de plástico, otros sin cubiertos... apañándonos con lo que teníamos a mano, con buen ambiente y en armonía. Es estupendo.

Ahora a dormir tempranito, que mañana viene por ahí.

CRÓNICA DEL CAMINO. Días 8 y 9, Fisioterapeuta y reposo.

Pues sí. Ahora entenderéis por qué fue lo mejor que me pasó el que me lesionara tanto.
A Carmeli le cambió el chip, y prometió hacer un esfuerzo para relajarse.

Preguntamos en varios sitios, la gente nos ayudó mucho, y encontramos una fisioterapeuta en el pueblo, justo en el camping, que durante los siguientes dos días me ayudó a recuperarme. Ha sido estupendo ver cómo entré en la clínica sin poder andar y salí andando por mi propio pie.
Me ha dicho que descanse 48 horas y que luego siga, y durante esas 48 horas ella me hará masajes y me descargará los músculos y ligamentos, me aplica una máquina de ondas y ultrasonidos... y con su justificante que me receta descanso de 48 horas, el jefe de protección civil nos ha dado permiso para quedarnos esos dos días en la casita.

Yo estoy mucho más contenta, más positiva, más relajada. Me dedico a descansar, y a pasear por el albergue, sin cargar mucho la rodilla.

Carmeli se va a andar a un parque cercano, casi "obligada", porque si por ella fuera, hubiese querido limpiar los azulejos de la cocina que decía que estaban sucios. Por lo menos andando se entretiene.
Y todo nos sale bien, el taxi nos recoge para ir al fisioterapeuta, paseamos por el pueblo, compramos comida...

Por estar aqui 1 día, nos hemos encontrado con nuestro anterior grupo, y la verdad nos ha hecho mucha ilusión, pero hay muchos lesionados: personas con tobillos hinchados que abandonarán al llegar a Lugo, una chica con líquido en la rodilla ha tenido que abandonar también, unos chicos en bicicleta que se han caído y se les ha infectado la herida (abandono), otro chico con la rodilla lesionada también... Es que no se puede ir con tanto estrés.

Al día siguiente, por la tarde, encontramos en el albergue un grupo de gente "nueva", casi 40 personas, de las cuáles 6 son españoles y el resto extranjeros, por lo que se habla en inglés. Y yo, sin tener ni idea de inglés, lo pasé muy bien hablando con ellas, o por lo menos chapurreando palabras, riendo, cenando todos juntos macarrones que preparó Alex con la ayuda de todos...
Con este grupo seguiremos coincidiendo los siguientes días hasta llegar a Lugo.
Mi rodilla está mejor y mañana seguiremos adelante, esta vez, Carmeli está concienciada de que aunque lleguemos por la tarde, no tenemos prisa.

Mi camino ha cambiado en estos días.

Por eso mi lesión es lo mejor que me pasó. Porque a partir de ahora ha llegado la hora de disfrutar. Y eso me alegra.

CRÓNICA DEL CAMINO. Día 7. Etapa 7, Grandas de Salime- A Fonsagrada

Este es el cambio Asturias - Galicia. Son de 25 a 30 km, dependiendo de la guía que uno lleve, y de a quien pregunte, porque cada cual te dice una cosa diferente.



Ya vamos viendo los cambios en el paisaje. El verde asturiano va dando paso a un paisaje que me recuerda mucho a la sierra de las nieves (
mi novio es de Ronda) cuando está más verde. Miro el paisaje y me recuerda muchísimo a Ronda y a mi novio.
Los caminos son más amplios, las subidas y bajadas son más suaves, la subida al puerto del Acebo se hace muy cortita y amena, hay muchas más llanuras...
Digamos que esta es una etapa para "descansar" el cuerpo después de las anteriores tan duras.

Desde Grandas hasta A Fonsagrada sólo hay una pequeña venta justo al bajar el puerto del Acebo y entrar en Galicia, donde nos paramos a tomar algo, y que abre a partir de las 8 de la mañana, por lo que en la mochila debemos llevar algo de comida por si no llegamos a mediodía a A Fonsagrada.

Nosotras empezamos el camino siendo 4 personas (Carmeli y yo, más el matrimonio de Estepa), pero al llegar a la venta, el matrimonio siguió y yo quise pararme a descansar y a cambiarme de calcetines porque estaban chorreando, así que nos quedamos Carmeli y yo.

El hombre que está allí es muy agradable, y nos ponemos a charlar él y yo mientras yo me tomo mi aquiarius, y Carmeli ya está esperando fuera para irnos rápidamente.
Por lo visto le gusta mucho hacer senderismo y ha hecho todos los caminos, además de varias rutas que va descubriendo y que no conoce casi nadie de fuera de los alrededores. El caso es que la conversación era muy amena, y mi aquarius estaba por la mitad, cuando Carmeli gritaba desde fuera "venga, vamonos... ¡¡¡Belén!, venga!!!!
Y este hombre me preguntó "¿Qué le pasa a tu amiga, que tiene prisa?"
Pues sí, tenía prisa. Y eso me estaba matando.

Queridos lectores, A Fonsagrada está lejos. Bien es cierto que la etapa es bonita, y no tan dura, y agradable... pero está lejos. ¡¡Está lejos! Y no se puede tener tanta prisa en llegar.
Hay que pararse en el camino, disfrutar, comer algo...
Y Carmeli seguía obsesionada en llegar cuanto antes. En su mente estaba la siguiente reflexión: "Cuanto antes lleguemos al albergue, antes descansamos"
¡Pero es que mi rodilla ya no podía llegar!!!!!!
A mí se me había metido un dolor ya tan grande que me subía hasta la cadera, y encima ya no doblaba. Ni para arriba, ni para abajo.
Y yo le decía "Vamos a parar", y ella paraba, pero yo le veía en su actitud corporal su nerviosismo por llegar y ella decía "la familia de Estepa nos estará esperando para comer en el albergue (al mediodía se refería)".
Y yo ya gritaba que no nos estaban esperando seguro, que aquí nadie espera a nadie, que cada uno va a su ritmo.

Llegué a A Fonsagrada fatal. Antes del mediodía, pero no podía dar un paso más.
A la entrada del pueblo preguntamos a un señor dónde estaba la iglesia (la oficina del peregrino está allí, en una puerta anexa) y nos dijo "en el centro del pueblo, a unos 20 minutos".
¿20 minutos más? Dios mio, ¡¡¡no puedo más!!!!

Yo llegué a la oficina del peregrino muerta, la cara descompuesta, la rodilla totalmente rígida...
Allí te atienden muy bien, te dan una botellita de agua fresquita y te dan información sobre albergues, etapas y todo lo que uno pueda preguntar.
Pero aún quedaban unos 3 km hasta el albergue. Cómo me vería la chica, que se ofreció a llevarme en su coche. Menos mal.

Pero ahí no acaba todo, porque al llegar al albergue no nos dejaban quedarnos por haber llevado las mochilas en taxi. Por lo visto tienen preferencia los peregrinos que vienen con mochila, no los que "hacen trampa" en taxi. ¡Pero yo estaba lesionada! ¡No podía llevar la mochila!
Al final, nos ofrecieron una "casita" enfrente del albergue, de protección civil, con 3 literas (6 camitas), cocina, baño... la verdad es que era muy cómoda.

Y llegó la gota que colmó mi vaso.

Empiezan a meterme prisa porque es la hora de comer al mediodía y quieren ir al pueblo a comer. Yo no podía doblar la rodilla, tenía que ducharme, quería lavarme el pelo, y no pude lavármelo porque no me daba tiempo. ¡¡¡¡No me daba tiempo!!!!!
¡¡¡Si estamos de vacaciones!!!!! ¡¡¡¡Ni siquiera tenía tiempo de lavarme el pelo con el estrés de tener que ir a comer!!!! ¡¡¡Que le den porculo a la comida, hombre!!!!!
Y REVENTÉ.
Salí de la casita, pararon a un coche corriendo en la carretera para que me llevara al pueblo porque yo no podía andar, el coche me dejó en la entrada, me senté en unas sillas de un bar que estaba cerrado, y esperé a que vinieran los demás.
Y empecé a llorar.
Lloré, lloré, lloré.
Y lloré, y lloré, y lloré más que en toda mi vida.
Eran mis vacaciones.
Era mi viaje soñado.
Era mi ilusión.
Y aún no lo había disfrutado.
Ni casi fotos, ni relajación, ni hablar con las "vaquiñas" (frase de mi padre)...

Y fue lo mejor que me pasó. (Mañana explico por qué)

Carmeli me vio tan hundida, que me dijo que nunca pensó que me doliera tanto la rodilla, que ella pensaba que "cuanto antes llegáramos, antes descansaría", que nunca pensó que yo no pudiera llegar... y me propuso abandonar.
Y yo lloraba y gritaba ¡¡Yo no quiero abandonar!!! ¡¡Yo no tengo prisa!!! ¡Si hasta septiembre no tengo que trabajar y faltan 2 meses!!! ¡¡Si tú quieres seguir, sigue, pero yo me quedo aquí a descansar hasta que la rodilla se me cure!!!!
Estaba decidida.
Aunque tuviera que estar 1 mes ahí en ese pueblo descansando, yo no iba a abandonar. Eso nunca.

Comimos, descansamos, por la noche fuimos a cenar (la pulpería O Caldeiro te recoge en coche en el albergue si cenas allí) y vimos la final de fútbol de España.
Mañana será otro día, y nadie sabe lo que pasará.

CRÓNICA DEL CAMINO. Día 6. Etapas 5 y 6, Pola de Allende- La Mesa- Grandas de Salime



Estas 2 son unas etapas muy duras. Desde Pola a La Mesa hay 20 km donde se sube a un puerto de montaña muy complicado. El albergue de La Mesa no tiene de nada, ni ningún sitio donde comer, con lo que la gente suele dormir en Berrucedo, que queda un poco antes de La Mesa y tiene albergue y bares.

Al día siguiente hace la otra etapa hasta Grandas de Salime, que son unos 18 km de subidas y bajadas rompepiernas y se hace muy duro.



Pero Carmeli lo hizo en 1 solo día. No sé si llevada por el matrimonio que conoció antes, o por las prisas de llegar a Santiago. Yo me negué. Mi rodilla estaba muy mal. Y hubiese podido hacerlo, pero en 2 etapas y tranquilamente, no todo en uno y corriendo. Así no. Así me niego.

Vendría un taxi al albergue a recoger las mochilas y yo lo esperé alli sentada hasta que llegó.

Me recogió, el taxista era muy amable y simpático y charlamos mucho durante todo el camino, además se paró en la carretera en lo alto del puerto para que pudiera echar fotos.

Me dejó en Grandas de Salime temprano, y así pude coger 4 camas (eso no está permitido pero si no lo hacía, ni Carmeli ni el matrimonio de Estepa tendría cama porque iba a llegar muy tarde).

El resto del día lo pasé descansando la rodilla y viendo el pueblo un poco.



El albergue de Grandas es horrible. Sólo tiene 1 habitación minúscula super sucia y 1 puerta que hace de baño- váter- lavabo. Está tan sucio que me negué a bañarme porque pensé que cogería más enfermedades bañándome allí que si me quedaba sin bañarme, ni lavamos la ropa ni nada de nada.

Además en el pueblo no se portaron nada bien con los peregrinos. Llegaron montones de peregrinos, casi 40, y sólo había 12 camas. Pues bien, quisieron pedir que abrieran el polideportivo para dormir. El alcalde se negó a coger el teléfono y lo apagó, y el policía dijo que era sábado, su día libre y que no iba a abrir nada, y la persona que tenía la llave del polideportivo se desentendió del tema.



Peregrinos que vais al camino, tengo dos propuestas:

Hay un hostal en Grandas que vale 15 euros, y un albergue privado (El de Castro) 5 km más adelante que vale 12 euros.

Por tanto:

O se hace 1 día Pola de Allende- Berrucedo y al día siguiente Berrucedo - Castro (el albergue privado a 5 km de Grandas)

O se hace Pola de Allende- Grandas de Salime pero durmiendo en un hostal.

Porque desde luego, llegar cansado después de tantos kilómetros y encontrar este albergue... es deprimente.



Por la tarde llegaron Carmeli y el matrimonio de Estepa. Estaban cansadísimos, la etapa doble ha sido durísima. Han querido hacer demasiado y su cuerpo lo nota. Están rendidos. No paran de quejarse de lo duro de la etapa.



Pasó una anécdota. Carmeli se encontró una cartera con documentos y 45 euros, a nombre de Michel. A mi me sonaba a francés, y el único francés que conocíamos era un peregrino que iba con una carretilla y que suponíamos estaba acampado por algún lado entre Grandas y Castro.
Andamos, preguntamos, buscamos... y al final lo encontramos.
Al hombre se le cambió la cara al ver su cartera, el pobre llevaba horas buscándola. Lo primero que hizo fue mirar si estaba el dinero y luego nos dio 2 besos esperanzadores. Nos contó entre francés y español chapurreado que llevaba meses peregrinando y ya la cabeza no le funcionaba muy bien, estaba deseando llegar a santiago.

Todo salió bien, y nos fuimos a cenar y a descansar para mañana.

CRÓNICA DEL CAMINO. Día 5. Etapa 4, Tineo- Pola de Allende






Una de las mejores etapas de todas las que llevamos hasta ahora. Sencillamente estupenda.

Cierto que es bastante larga, unos 32 km, y está llena de subidas eternas y bajadas horribles y pesadas, pero se hace amena, buena... Quizá es porque después de tantos días las agujetas y contracturas van desapareciendo, ya apenas duele nada, las ampollas están controladas y nos sentimos más ligeras y en forma que nunca (excepto por mi rodilla pero eso ya no tiene remedio).

No hay bares desde Tineo hasta Campiello, por lo que hay que llevar algo de comida, pero ya tenemos experiencia en lo que debemos llevar. Nada de yogures: un buen bocadillo de chorizo, salchichón o caña de lomo, que llene bien el hueco del estómago. (Es que no estamos acostumbradas a comer tanto, y antes sólo llevábamos cosas "light", con razón nos pusimos malas).

En Campiello volvimos a desayunar y nos juntamos con un grupo grande de peregrinos con los que seguimos unos kilómetros más. Llegamos a Borres sobre las 10 de la mañana. No sé cómo lo planificamos pero queríamos almorzar aquí (bocadillo, porque en este albergue no hay nada) pero al ver la hora, decidimos continuar.

No hay nada donde pararse desde Campiello a Pola, sólo un pequeño bar en medio del camino oculto en una casita, que se diferencia sólo porque tiene 2 pequeñas mesas rojas de plástico en la puerta, y que invita a tomarse algo fresquito (aquarius por ejemplo) y a seguir con más energía.
Sólo quedan 5 kilómetros hasta Pola de Allende, pero... ¡vaya 5 kilómetros! Es todo totalmente cuesta abajo, y eso a mi rodilla no le viene muy bien. Me costó mucho trabajo llegar y tardamos mucho, pero al final llegamos.
Vamos muy estresadas para mi gusto. Hemos andado 32 kilómetros y hemos llegado a las 14 horas. Pienso que esta etapa tan larga deberíamos haberla hecho parándonos más y disfrutando más de los paisajes. Es importante. Otro año será.

Ya en Polla comimos en un restaurante que nos llamó la atención porque dijeron: "Menú normal: 10 euros" "Menú del peregrino, 14 euros". ¡¡¡Pues uno normal, por favor!!!

Por la tarde, fui a leer mi correo al ayuntamiento, que hay internet gratis.
Y ahí es cuando cambiamos los planes.
Mientras yo tomaba algo con el grupo de peregrinos con el que nos juntamos siempre, Carmeli habló con un matrimonio, que no sé qué planes o prisa tenía, pero que quería hacer mañana doble etapa pero sin mochilas, así que nos apuntamos con ellos. Por lo tanto, este es el último día que estaremos con nuestro grupo de amigos peregrinos. Mañana los adelantaremos un día, con lo cual vamos a hacer una cena- despedida.

MESON IVÁN, así con letras mayúsculas. El bar donde mejor se come del mundo mundial. Está en la misma acera del albergue de Pola, es pequeñito, apenas 3 mesas, y hay que encargar la comida un rato antes porque la mujer la hace en ese momento. ¡¡¡Pero es que está buenísima!!!
Huevos caseros de gallina, verduras recién cogidas de la huerta... madre mía qué bueno está todo. Os lo recomiendo sin dudarlo.

Ah, se me olvidaba hablar del albergue. Pues está muy bien. Limpio, las camas en una habitación y otra a parte con una mini - cocina, mesas, sillones, etc. No me quejo.

CRÓNICA DEL CAMINO. Día 4. Etapa 3, Salas- Tineo



Hoy ha sido la peor etapa de todas las que hemos hecho.

Lo raro es que íbamos super positivas; desde que nos levantamos todo nos estaba saliendo muy bien. Ibamos andando cuando comenzó a chispear, y de repente aparece ante nosotras una parada de autobús con techo y todo. ¡Bien!
Nos ponemos los impermeables y chubasqueros segundos antes de que empiece a diluviar. ¡Bien! Llegamos a un pueblo llamado "La Espina" y justo encuentro en una farmacia la cinta rotuliana que estaba buscando para el ligamento de la rodilla que me dolía desde hace días. ¡Bien!
En fin, que íbamos animadas, con muchas risas, muy positivas, y con muchos ánimos.

Sin embargo el camino en sí ha hecho que esta actitud fuera menguando poco a poco.
En ninguna página de internet decía nada de que debiéramos comer en La Espina porque no habría nada hasta llegar al destino. ¡Nada! Ni un simple barecillo...
Por lo tanto, en La Espina no nos paramos a desayunar porque pensamos que lo haríamos más adelante.
LOS QUE LEAIS ESTE BLOG... COMED ALGO EN LA ESPINA O COMPRAD ALGO PARA EL CAMINO!!!!!
¿Sabéis lo mala que me puse? No tenía nada más que un simple yogurt, y es lo único que comí desde las 6 que salí del albergue hasta las 12 que llegamos a Tineo y pude encontrar un bar.
No me ha dolido el estómago tanto en toda mi vida. Tenía un "boquete" tan grande que el yogurt pasó por ahí y cayó a los pies. Horrible. Cuando llegué al albergue casi no me podía tener en pie, apenas pude ni ducharme y mientras todos se fueron a comer a un restaurante yo me tuve que quedar echada en la cama porque el dolor de estómago no me dejaba levantarme. Y es que mis propios ácidos me hicieron daño al llevar tantas horas sin comer. Menos mal que una amiga- peregrina llamada Maribel me dio una pastilla antiácida natural que fue mano de santo y pude levantarme al ratillo e ir al restaurante a comer con los demás.

Por lo demás, los caminos estaban totalmente embarrados. Aquí es cuando nos arrepentimos de venir en zapatillas de deporte, porque el pie se nos hundía totalmente en la mezcla de barro y caca de la vaca, y llegamos con las zapatillas marrones totalmente y arañazos por todos lados. Sin duda, es mejor unas buenas botas para esta etapa (eso si no te hacen rozaduras, claro).

Es que claro, al pasar por el albergue de Bodenaya, el chico nos aconsejó que no nos metiéramos por el camino, que cogiésemos carretera durante varios kilómetros pero Carmeli no hizo caso, porque decía "este chico qué sabe, quizá lleva años sin hacer el camino". Y por eso cogimos el camino. ¡¡¡Y cuántas veces nos acordamos de su consejo!!!! Porque los caminos están intransitables. Tuvimos que escalar por un muro muy peligroso porque no podíamos andar por el camino.
QUIEN HAGA EL CAMINO EN INVIERNO... QUE COJA CARRETERA DURANTE UN TRAMO!!

Pero a parte de esto, tuvimos varias anécdotas, como el grupo de vacas que vimos que se habían escapado de su dueño y se pusieron en medio del camino asustadas y no nos dejaban pasar... tuvimos que estar alli paradas hasta que quisieron pasar.
O cómo tuvimos que buscar una super roca pesada para ponerla en el camino y poder dar un paso sin hundirnos, entre Carmeli y yo.

La verdad es que he llegado a Tineo con los ánimos por los suelos y totalmente derrumbada.

Por la tarde los ánimos han subido, hemos dado un paseo por el pueblo, nos hemos tomado algo en un bar...vamos que hemos terminado el día muy bien. Menos mal...

¿Y el albergue qué tal? Pues un poco simple. Una habitación para las camas y otras con los baños. No tiene cocina ni nada parecido, sólo un microondas en el pasillo que no sirve de mucho si no tienes tú mismo algún recipiente. Además, la mesa y las sillas están dentro de la habitación de las camas, con lo cual debes comer antes de que se acueste la gente, porque si no, molestas. Pero no nos vamos a quejar, por lo menos está limpio.

Esta noche ha granizado. ¡¡¡Vaya granizos!!! Esperemos que mañana haga buen día.
¡Hasta mañana!